http://boomp3.com/listen/c0s79z56h_e/fanfare-for-the-common-manESCUCHECE JUNTO CON LA LECTURA
Luego de una semana en las penumbras encerrado en casa debido a una gripe que me tuvo practicamente delirando con la fiebre, hoy desperté total y completamente recuperado, con ganas de hacer cosas y con una energía que no recuerdo desde cuando no sentía.
Cuando los días pasaron y a medida que la fiebre bajaba, podía disfrutar más mi estancia en cama: dormí mucho más de lo común, no era necesario que me levantara y hasta incluso ese dolor de mierda que siempre tengo en el hombro izquierdo tirándole hacia mi cuello, el cual los "expertos y entendidos" adjudicaban a la tensión y strees la cual yo no reconozco, había desaparecido. Inclusive hasta extraño el hecho de tener que estar estirándome y acomodandome los huesos de esa zona para conseguir comodidad.
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Me levanté y me preparé almuerzo con esas ganas que jamás había tenido de ir al preuniversitario. Escudriñe mis pilchas favoritas en el closet y me vestí con las ansias de ver el mundo exterior de nuevo, sentir el viento y caminar un poco para estirar las piernas. En la practica, es lo que hago y he estado haciendo todos los días durante este año, pero por alguna razón lo extrañaba y quería volver a mi rutina prolija y calva como nunca
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Mi viaje comenzó cuando al cerrar la puerta del departamento me fije que los vecinos ya adornaron los block con motivos diciocheros como todos los años: las mismas banderas chilenas, las serpentinas tricolor, las piñatas patriotas y esos típicos plásticos que tienen estampadas las bandera de chile en serie, siempre me ha quedado la duda si son las mismas de hace dos años o las renovaran todas las fiestas patrias.
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Al terminar mi viaje en el metro para llegar a mi destino, la señora que atiende la ventanilla, la cual siempre me carga la tarjeta, se percató de mi ausencia durante la semana, así que conversamos lo que su tiempo y el mio permitía. Al salir raudo de la estación para no toparme con el efecto sardina que se hace en la parada, acudí a la gloriosa plaza de Quilpue para comprar mis Marlboro, la pareja que atiende el local también se percataron del largo tiempo que llevaba sin presentarme a efectuar mi compra. Con ellos no entablo mucho dialogo, ya que el tipo tiene una cara de culo de acá hasta la luna y es generalmente la señora la cual me saluda y recuerda.
Al llegar a mi destino, entre como siempre a las instalaciones y me senté en el mismo rincón de siempre a fumar el cigarro de casi todos los días, como siempre lo hago. Cuando son las 16:55me levanto de mi rincón y espero fuera de mi sala para no toparme con el choclon de las 17:00 cuando suena la campana. Entre a clases como siempre, pero preste atención como nunca.
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Salimos mas temprano de lo común, ya que la clase era corta y se viene una prueba. Al estar en el pórtico del Pre. y ver que aun era de día y el tiempo estaba bastante agradable, sentí ganas de caminar y perderme un buen rato, pero al ver como es "la ciudad del sol" un verdadero "desierto" se me vino abajo esas ganas de recorrer, además que por acá no hay mucho que ver mas que un mall lleno de juventud enajenada y cuadras y cuadras con tiendas de distinta índole.
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En ese momento, cuando caminaba con cierta sensación de frustación hacia el metro para volver a mi casa, recordé "la edad de oro", esos años de infante cuando vivía en Viña y bajaba caminando de mi casa al centro con mi Discman a toda potencia en mis oídos (en esos años los mp3 costaban una fortuna) y deambulaba por todo el centro hasta 15 norte llegando hasta Las Salinas en un viaje sin rumbo alguno, para después tomar la micro y llegar a dormir a mi casa con el gusto de haber respirado mar todo el día. Pero acá en esta ciudad no existe sitio alguno hacia donde ir mas que a tu destino.
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Inclusive, en este día deje de lado esa música oscura llena de poesía caótica y melodías suicidas que generalmente escucho para dar paso a temas mas alegres con contenidos líricos mas absurdos, y fue así como llegue a esta canción: Fanfare for the Common Man, una instrumental que refleja de una manera espectacular la lucha diaria del común del hombre en el mundo. La verdad no significa nada, y no tiene ningún mensaje, es solo una buena canción que da animo con su poder y su ritmo pegajoso.
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Saludos a todos los que pasan y que vivan los altos y bajos del porvenir =)
